12 junio 2007

Palabras Virtuales

Existe un cálido deseo que se entrelaza
En las orillas de mis ganas de tenerte
Y tus ojos acaramelados desnudando mi escote…
Refina los bordes de mi cuerpo, y
Desata mis aguas torrentosas
Que se unen a tu caudal…
Una falda sin cuerpo,
Una piel que estorba,
Un pantalón que ruega por ser despachado.
Tus ojos acaramelados viendo fijo los míos
Invadidos en lágrimas ardientes
Que desafían el recato que los domina habitualmente.
¿Qué es lo que existe en la frontera que separa nuestros cuerpos?
¿Acaso sudor?...
¿Acaso no existe?...
Una frontera que no deja sentirnos,
Que irrumpe entre mi deseo de ser tuya
Y el arrojo de tus manos trémulas…
Esa delgada línea que nos aleja kilométricamente,
Y cuando es necesario nos enajena
Llevándonos a la furia que hace doler,
Que hace soplar en blanco fijo
Resucitándote entre mis piernas
Con la piel erizada
Y la pelvis exhausta.
Existe un abrazo condensado a mi espalda,
Donde las noches de verano son frías
Y las palabras son tácitas y sin voz.
Existe un fluido cálido en el pubis
Que lleva tu nombre
Y un dolor en mis centros
Que no obedecen a la razón
Pero que atraviesan vibrantes mi pecho
En un orgasmo que revienta
Con tus manos en mi nuca,
Aprisionándome hasta ahogarme en tu caudal…
Y donde cada lunar de nuestros cuerpos
Se enlazan en un sentimiento desbordante
En el horizonte curvo en nuestra piel
Que yace tendida entre las sábanas
Mientras tu boca susurra besos
Y se refugia en mi pecho
Como Edipo en los senos de su madre…
Es más que sólo un roce…
Sólo que no se como llamarle…