13 enero 2006

Culpa... Esa maldita culpa...

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(...) Ahora bién, ¿Cómo vino al mundo esa otra "Cosa sombría" a la que llamamos "mala conciencia", conciencia de la culpa? Con esto volvemos a nuestros genealogistas de la moral, los cuales -dicho sea de una vez más, si es que ya lo he dicho- no sirven para nada. Tales genealogistas se lanzan a hacer historia de la moral con sus propias experiencias -una experiencia meramente "moderna", de veinte palmos de larga-, sin ningún conocimiento ni voluntad alguna de conocer el pasado, y, sobre todo, sin ese instinto histórico, esa "segunda visión" que en este tema resulta tan necesaria. Es evidente que esto ha de llevar a unos resultados cuya relación con la verdad es harto precaria. ¿Se han imaginado, aunque sea de lejos, todos los genealogistas de la moral habidos hasta hoy que el concepto de la moral fundamental de Schuld ("culpa"), por ejemplo, deriva de un concepto tan material como Schulden ("tener deudas")?¿O es que el castigo en términos de represalia se ha desarrollado totalmente al margen de todo presupuesto respecto a la libertad o a la falta de libertad de la voluntad? Y esto hasta el punto de que se requiere, más bién, un alto grado de humanización para que este animal llamado "hombre" empiece a hacer distinciones mucho más primitivas, tales como "intencionado", "descuidado", "causal", "imputable" (y sus contrarios), y a tenerlos en consideración a la hora de determinar la severidad del catigo. La idea de que el reo merece castigo porque habría "podido obrar de otra forma", nos resulta hoy tan corriente y aparentemente tan natural e inevitable, que se ha tenido que adelantar el momento de su aparición para explicar cómo surgió en la tierra el sentimiento de justicia. Y, sin embargo, se trata de una forma que se alcanzó muy tardíamente, más aún, de una forma refinada del juicio y del razonamiento humanos. Quien lo coloca en los comienzos se equivoca de una forma burda respecto a la psicología de la humanidad más antigua. Durante el período más largo de la historia del hombre se impusiaron castigos no porque se responsabilizara al malhechor de su acto, es decir, no pariendo del supuesto de que sólo se debe castigar al culpable, sino, más bién, al modo como todavía hoy castigan los padres a sus hijos, esto es, por la ira que suscita un daño sufrido, la cual se descarga sobre el que lo ha causado. Ahora bien, esta ira en mantenida dentro de ciertos márgenes y modificada con la idea de que todo daño tiene en alguna parte su equivalente y puede ser realmente compensado, aunque sea con un sufrimiento por parte del que ha provocado el daño. ¿De dónde ha extraído su fuerza esta idea antiquísima y tan hondamente arraigada que quizá resulte ya imposible de extirpar, de que cabe una equivalenciaentre daño y dolor? Ya lo he dicho: de la relación contractual wue se crea entre el acreedor y el deudor, relación que es tan antigua como la existencia de "sujetos de derechos" y que, a su vez, remite a las formas básicas de compra, venta, intercambio, comercio y tráfico (...)

Nietzsche, Genealogía de la Moral.
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(...) El sentimiento de culpabilidad, es, pues, un fenómeno intrínsicamente unido a la vida en sociedad, el fruto de la añoranza de una existencia errante y salvaje y de la imposibilidad de dirigir contra otros una agresividad desbordada y difícil de controlar. A partir de este momento, el hombre se convierte en un ser atormentado que clava sobre sí las garras con las que ya no puede despedazar a una pieza de caza o a un enemigo: se torna en víctima de su propio vigor (...)
(...) El que se siente culpable parte del supuesto falso de que, siendo libre, eligió el mal, y ahora se angustia pensando que debería haber obrado de distinto modo. Con ello da muestras de su incapacidad para digerir lo realizado, falta a la felicidad que se debe a sí mismo; no sabe ver que su acción es un juego del azar, que él mismo es un fragmento de ese azar, y se siente responsable de lo que está más allá de su poder (...)
E. López Castillo, Estudio Preliminar de La Genealigía de la Moral.
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Espero que lo leas... Me di el trabajo de seleccionar estas partes del libro, y de escribirlo yo misma en este espacio.
ESA CULPA...
ESA CULPA...
ESA MALDITA CULPA!!!
Lo anterior está dedicado a alguien, y ese alguien lo sabe, así que esto no es para quien le llegue... Esto es PARA TI! (tu sabes).
No quiero seguir escribiendo, porque ya me duelen los brazos, pero te digo que no levantaré las palmas en este momento. No me parece un momento adecuado (por lo menos para mí) para hacerlo. Pero como dije anteriormente... Así es la cosa no más pues... Yo no ruego, creo que eso forma parte de mi coraza... Por eso probablemente fue esa mi reacción... tan... relaxxxx...
En fin...
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Ah! puse en negrita y de otro color algo que creo es bastante emmmm... no se... para ti...
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Eso...
No puedo más... Me duelen mucho mis muñecas...
Saludos...

04 enero 2006

Hungry...


El mundo real en el que vivo, me lleva a buscar realidades en fantasías... Bueno... Esta es una de ellas.
Hace tiempo que no hablaba sobe mi fijación erótica con la sangre. Hoy lo recordé. Más bién me lo recordaron, y no pude aguantar la nostalgia de esos tiempos en que todos mis escritos, imágenes, etc. tenían su cuota de sangre y temas medios vampirescos... Recuerdo una fantasía que tenía hace tiempo, pero no llegué a cumplirla... Cosas del destino. Por algo pasan las cosas. Que bueno que esta señora vida me protegió de haber cometido tantas estupideces (y no lo digo por la fantasía, lo digo por cosas que no es relevante comentar).
Deseaba cortar. Tomar un objeto con filo, y cortar al ser que haría realidad mi deseo. Cortarlo lento, cortar despacio, no cortar asi como carnicería, no. Cortarlo se forma que sólo sangrara un poco, pero lo suficiente para poder lamer esa sangre, y esparcirla por toda la piel.
Wow! no me podía morir sin antes hacer esto.
Ahora, una de mis mayores fijaciones se basa en el morder. En sentirme vampiro por un momento. Es una fijacion medio sádica. Tampoco es que me guste propinar dolor sólo a mi. Tambien el que me muerdan me apetece bastante. Creo que esa sensación de dolor en mi cuello al ser mordido, es la más placentera. Esa sensación de mordida media eroticona y desesperada es una convinación exelente.
Ahora, la convinación de estas dos, es el sueño máximo de quien les escribe. Creo que pervertir una sustacia vital para la vida es lo más inmoral que puede existir. Por eso me encanta esta idea. Pero no es sólo por inmoral! no! como puede ser sólo por eso. Mi espíritu de rebeldía no es tan extremo como para que sea sí. No... Es también una cosa de piel. Cuando era niña, yo no jugaba de buena cuando jugabamos a... no se po... las niñitas en el bosque... Yo siempre quería ser la mala. La bruja que mataba a todos. Cuando todas querían ser las reinas, yo quería ser vampiro. Para halloween no me gustaba disfrazarme ni de muñeca, ni de hada, ni de... puta no se po... Osita! ... A mi me gustaban los fantasmas, la Morticia, la Merlina, las brujas, etc. Es algo que por lo qeu me han dicho, heredé de mi mamá. Me agrada saber que lo que toda mi vida me han dicho( "de donde cresta heredaste esa wea!") sea de mi mamá. Es el ángel que más amo, y el que más cosas lindas me dejó.
Bueno, como iba diciendo, no es sólo mi espíritu de rebeldía el que me lleva a pensar en weas. Es mi piel que me llama a encontrar fascinante un corte justo en el momento en que la sangre se comienza a asomar tímida y grácil...
En fin... Son sólo fantasías... (don't worry).
(eso pasa con el tema de drácula... can you see?)
jaja... Lejos una weona TONTA! TONTA! TONTA!
GAIA TONTA!